El síndrome metabólico se define por la presencia de un conjunto de factores que conllevan al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, dentro de los que se consideran: la obesidad abdominal (determinada por el perímetro de cintura), alteraciones de la glucosa o resistencia a la insulina, tensiones arteriales altas, dislipidemia aterogénica o fenotipo lipoproteico aterogénico expresada por HDL bajo, triglicéridos elevados. Además, tiene un gran impacto en la calidad de vida, ya que las personas que lo padecen tienen tres veces más riesgo de sufrir un ataque cardiaco o un derrame cerebral, y el doble de riesgo de morir por un evento de este tipo, en comparación con las personas sin el mismo