El diseño y ejecución de un programa ERAS ha de ser  fruto de un  trabajo colectivo, con decisiones consensuadas. El primer paso será la constitución de un grupo de trabajo que estudie el proceso de implementación en otras instituciones, las evidencias existentes sobre cuidados perioperatorios y los recursos y experiencias locales. Problemas de conocimiento de evidencias se identificaran a través de encuestas realizadas en los Servicios de Anestesiología y Cirugía General y se organizarán revisiones de temas relacionados con la recuperación posoperatoria y los programas ERAS. Por último, se han definir los escenarios responsables con la ejecución de cada pauta y como auditar el cumplimiento. El programa resultante, ha de ser una versión adaptada a la institución de las pautas y recomendaciones de la Sociedad ERAS para los cuidados perioperatorios en cirugía electiva.

El programa nunca podrá ser aplicado sin voluntad institucional y sin participación de grupos, que incluyan a cirujanos, anestesiólogos, enfermeros, nutricionistas y administraciones hospitalarias. Pacientes y familiares tienen además, cuotas de responsabilidad en el proceso de recuperación. Una vez implementado el programa, la auditoria sistemática del cumplimiento de las intervenciones que incluye, resulta esencial para mantener su efectividad. Es también importante, el entendimiento sobre puntos y acciones en que dos o más especialidades deban converger y por ello, protocolos de actuación escritos deben estar a disposición de los miembros del equipo, en todos los escenarios, para minimizar errores.